América Latina ha experimentado un incremento del 2.8% en ataques de ransomware en el último año, con países como Brasil, México, Ecuador y Colombia encabezando la lista de los más afectados. Según el Panorama de Amenazas 2024 de Kaspersky, se bloquearon más de 1.18 millones de intentos de ataque entre junio de 2023 y julio de 2024, es decir, un promedio de 3,247 ataques diarios. Este blog explora las familias de ransomware más prevalentes y destaca las recomendaciones para mitigar este tipo de amenazas en la región.
Todos los países sufren por el cibercrimen, a los cibercriminales nos les importa afectar cualquier organización, privada publica, un hospital o un padre de familia.
El ransomware es un tipo de malware diseñado para bloquear o cifrar los datos de la víctima, impidiendo su acceso a menos que se pague un rescate. Este tipo de ataque puede paralizar operaciones, dañar la reputación y causar pérdidas financieras significativas. El ransomware se propaga a través de técnicas como phishing y descarga de software malicioso, y es especialmente peligroso debido a su capacidad de atacar tanto a individuos como a organizaciones.
En Latam, la principal preocupación para las organizaciones es el robo/fuga de información. La falta de disponibilidad de servicios críticos sufrió un ligero aumento, 96% de los organizaciones manifiesta una especial preocupación por el ransomware.
Latinoamérica es una de las regiones con menor preparación y capacidades de ciberseguridad nivel global, según el índice nacional de ciberseguridad.
Las ganancias del ransomware se han duplicado en los últimos años, lo que lo convierte en un negocio rentable. En 2023 este valor superó los 1.100 millones de dólares, superando por muchos a los registros de años anteriores.