Los ciberdelincuentes se han aprovechado del caos causado por la pandemia y han atacado la infraestructura de salud esencial, los sistemas gubernamentales y las instituciones financieras con ataques maliciosos. Estos ataques han causado interrupciones significativas y pérdidas financieras para muchas organizaciones. El 2023 ha sido un año difícil para la ciberseguridad y el ciberdelito. Esto se debe a las repercusiones de la pandemia de COVID-19, que ha provocado un aumento alarmante del 300% en los ciberataques reportados en todo el mundo.
La creciente sofisticación de estos ataques ha hecho que sea aún más difícil para las organizaciones protegerse de las amenazas. Por lo tanto, es importante que las empresas tomen medidas proactivas para garantizar que sus sistemas estén protegidos contra todo tipo de ciberamenazas.
El hacking ético es un conjunto de principios morales y filosóficos surgidos, y aplicados a las comunidades virtuales de hackers. Los principios clave pueden resumirse en el acceso libre a la información y en que la informática puede mejorar la calidad de vida de las personas. No hay mayor amenaza para los datos y la integridad de una organización que un acceso no autorizado. Es por eso que el hacker ético juega un papel vital en la protección de información valiosa, utilizando métodos probados en la industria y tecnología avanzada.
El hacking ético involucra en las organizaciones métodos como pruebas de penetración, escaneos de vulnerabilidades, análisis de tráfico de red, ingeniería social, etc., que pueden encontrar puntos débiles en el sistema de una organización antes que los delincuentes.
Whitehackers: son profesionales dedicados a la búsqueda y solución de vulnerabilidades en sistemas empresariales, gubernamentales y particulares. Estas personas suelen trabajar para las empresas de informática. Dentro de este grupo podemos englobar a los llamados Bluehat hackers y Red Hat hackers:
Bluehat hackers: generalmente son consultores o profesionales externos de seguridad dedicados a betatesting o comprobación de un software o hardware antes de su lanzamiento oficial y salida al mercado, para intentar exponer las vulnerabilidades existentes.
Red Hat hackers: Se refiere a hackers que hacen uso de sistemas Linux y herramientas opensource principalmente y que al igual que un whitehat buscan detener las acciones de los blackhats.
Blackhackers: son personas dedicadas a utilizar (de forma profesional o amateur) sus conocimientos para actividades delictivas y sacar un provecho económico, en muchos casos están relacionados con la delincuencia organizada.
Greyhat hackers: En esta categoría encajan aquellas personas de doble moral que trabajan indistintamente tanto para firmas de seguridad como para organizaciones criminales.
Cada vez es más importante que las organizaciones se protejan de estas amenazas al incorporar el hacking ético como parte de su marco de seguridad cibernética. Con la ayuda de los Whitehackers, las organizaciones tendrán la capacidad de detectar y abordar cualquier amenaza digital potencial antes de que pueda causar algún daño. El hacking ético también puede ayudar a las organizaciones a identificar vulnerabilidades en sus sistemas y tomar medidas para solucionarlas antes de que se conviertan en un problema. Esto asegurará que los datos y sistemas de la organización permanezcan seguros y protegidos de cualquier actor malicioso.
Referencia: https://www.linkedin.com/pulse/el-alarmante-aumento-del-hacking-inform%C3%A1tico-en-2023-certjoin